La planificación es fundamental a la hora de plantear un plan de entrenamiento para comenzar a correr.
Es necesario no crearse falsas expectativas respecto a los objetivos a cumplir. Al principio, se deben establecer metas muy concretas a fin de alcanzarlas y lograr el estado de satisfacción de haberlas alcanzado. A medida que la capacidad física del deportista mejora, las metas serán mayores para no caer en el estancamiento.
Todo este proceso tiene que ser progresivo y en todo momento no se debe olvidar dónde están los límites de los términos "saludable y bienestar"
- Llevar ropa cómoda, ligera y transpirable.
- Usar un calzado adecuado a la pisada del atleta y a la condición de cada terreno.
- En días soleados emplear protectores solares para la piel, gafas de sol, y gorra.
- Hidratarse correctamente antes, durante y después de cada entrenamiento o competición.
- Si las distancias a correr son superiores a 10 kilómetros, conviene una adecuada entrada en calor.
- Mantener una respiración regular y periódica.
- Alternar distintos tipos de entrenamiento y en distintos escenarios para evitar el acostumbramiento y el aburrimiento.
- Prueba a correr con amigos o conocidos, te ayudará a fidelizar tu rutina de entrenamiento y hacer la carrera más amena.
- Si corres solo puedes llevar contigo un poco de música que te motive a no parar de correr.
- No olvides estirar una vez terminado el entrenamiento para evitar, en lo posible, lesiones y molestias.
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